-Eh, nena, ¿Quieres un aumento de tu paga?-le dijo Denis a Margarett con una mano en su cintura.
-Quítate de ahí. AHORA MISMO. -le dije.
-Eh, tranquila, si le voy a dar más dinero. A cambio de que me haga algún... recado.
-¡HE DICHO QUE LA SUELTES, IMBÉCIL! -Al decir esto, Margarett le retiró la mano de su cintura y se fue andando.
-Tengo que atender a la mesa seis. -y Marge se fue.
-Como le vuelvas a tocar aunque sea un solo pelo de su cabeza... vas a terminar mal, Denis.
Y me fui, tenía que ponerme a atender en la barra. A este mierda de bar sólo venían borrachos de estos que piden dinero para "comida" en la calle. Pero tenía que trabajar, si no, de dinero nada.
Salimos del bar, era tarde y huimos a nuestro piso a cambiarnos rápidamente de ropa. Luego nos encontramos a los chicos por la calle y Marge les hizo fotos. Luego seguimos todo el camino juntos hasta el UFO. Y cuando llegué allí... flipé.
-Chicas, quedaos ahí que nosotros subimos al escenario.-nos dijo Roger.
Vi como Syd se alejaba mirándome fijamente, sin apartar la mirada, y a su vez con una mirada extraña. Transmitía muchísimo, y pareció que quería comunicarme algo mentalmente.
Aquel sitio. Era como el infierno de Dante, el público estaba sentado, tumbado, o bien follando. Y todos completamente pasados de rosca. Eso jugaba a favor del grupo, ya que su música era un poco difícil de apreciar sin estar bajo el efecto de alguna droga.
¿Y qué menos podíamos hacer nosotros? Cuando Syd llegó al sitio y subió al escenario ya se había tomado un tripi y esperaba a que le hiciese efecto. Yo también, pero Margarett no se atrevió.
Y cuando estaba perdida dentro de un Interstellar Overdrive, y veia a la gente bailar a mi al rededor, pude ver como en el escenario Syd bajaba de golpe y dejaba al grupo tocando sin él. Syd vino hacia mi brillando como un diamante, su brillo era deslumbrante, pero con colores. Era como un diamante... loco.
Y lo hicimos, allí, en ese pequeño trocito de infierno situado en Londres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario