Ramble on - Led Zeppelin

16/9/11

Capítulo 20.

Oh, no, joder, otra vez no. Si es que soy una zorra... Me tiro a Gilmour, se enamora, lo sé y se lo hago pasar mal enrollándome con Robert, y por la noche me tiro al mod de Brixton. No tengo remedio.


-Veo que ya estás despierta.


-¿Eh? Ah, sí, y tú también.


-Llevo un rato mirándote durmiendo, estás muy mona.


-Gracias... David. Joder, no te puedo llamar David, ayer le partí el corazón a uno que se llamaba igual.


-Llámame por mi nombre artístico. Tuve que cambiar mi nombre porque ya hay un Davey Jones, es el bajista de los Monkees.


-¿Cuál es?


-¿El bajista?


-No, el nombre.


-David Bowie. Si quieres llámame Bowie nada más.


Y no contesté. Me gustó ese nombre. Sonaba bien... Bowiebowiebowiebowiebowie... sí, sonaba muy bien. Así que un nombre artístico... genial, encima era músico. Estaba delgadísimo. Se levantó y sacó algo de un bolso. Supuse que era maría. Se lió uno allí mismo, y estuvimos allí fumando los dos. Se estaba empezando a interesar por la movida Hippie que sucedía en Estados Unidos. A mi también me atraía mucho. 


Pensó que eso de ser Mod no era lo suyo, y vio en The Top Of The Pops a Pink Floyd tocando, lo cual le cambió su forma de pensar.


Fue a por mi guitarra, y tocó una canción preciosa. Compuesta por él. Iba sobre un astronauta, Major Tom, que se perdía en el espacio. La acababa de componer. Me gustaba. Además, luego tocó Love You Till Tuesday, una canción que me sonaba muchísimo. Y es normal, la había escuchado un par de veces en la radio. Resulta que el chico era modelo, y también mimo. No era una persona muy habladora, pero me contó que había roto con su novia, Hermione, y que su familia estaba loca, esquizofrenia, por parte de madre.


Fuimos a dar un paseo, Bowie me parecía adorable. Y me encontré a Margarett paseando con otro hombre. Llevaba la cara hacia abajo, y se ocultaba bajo unas oscuras gafas de sol. Se fumaba un cigarrillo y escuchaba lo que ella decía. Por mucho que intentara que no lo reconociese, lo conseguí. Era él. Me puse nerviosa, le cogí la mano a Bowie y se la apreté fuerte.


-B-b-bob....


-¿Qué dices, Layla?


-BOB.


-¿Qué Bob?


DYLAN, JODER, DYLAN! ¡El jodido Bob Dylan!


Bowie también se sorprendió. A él le encantaba Bob. Me acerqué para saludar a Marge, y de paso hablar con Bob. Le pregunté si era él y me dijo que debía haberme equivocado. Yo sabía que estaba en lo cierto, él era Bob Dylan, aunque me dijo que se llamaba Maxwell Smith. Margarett se acercó a mi oído y me susurró algo como "Sí, es él". 


Nos unimos a ellos en el paseo, Bob se dio cuenta de que sabíamos quien era pero siguió insistiendo en que era Maxwell. Fue interesante. Nos despedimos de Bob y de Bowie y nos fuimos.


El problema fue al volver a casa. Parado, delante de la puerta, mirando con ojos sin expresión y pupilas dilatadas, estaba quien pensé que no volvería a ver. Su pelo más enredado que nunca, sus ojeras más marcadas de lo normal. Y su ropa de colores. ¿Syd? Qué extraño. Me acerqué a hablar con él, y se mostró agradable, aunque callado.


-¿Y qué haces ahí parado en frente de mi casa?


-¿Esta es tu casa? Ah, sí, supongo, será tu casa.


Marge y yo no entendíamos nada. Siempre nos pasaba cuando hablábamos con Syd. Se fue, con sus graciosos andares, y me reí por no llorar. Había una extraña mezcla de sentimientos dentro de Layla. Y eso no era bueno. Llamaron por teléfono, era Jimmy, para invitarnos a una fiesta.


Cuando llegamos allí, fue lo típico, beber mucho, fumar mucho, y pasárnoslo bien. Me acerqué a Jimmy, que estaba hablando con un chico que no conocía.


-¡Hola! Creo que no te conozco.-le dije sonriente.


-Me llamo Eric, Eric Clapton. Soy amigo de Jimmy.


-Lo segundo lo suponía -me reí-, mi nombre es Layla.


-Vaya, Layla... Es un nombre precioso. Algún día llamaré así a alguna canción.


-Pues seguro que será un éxito si lleva mi nombre.


-Claro, claro.-nos reímos los tres.


Y me quedé con ellos. La fiesta transcurrió como otra fiesta cualquiera.

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